Nuestra anteúltima batallita, junto con Jon, una exposición en Pamplona, a todo correr pero siempre saliendo airosos. |
No pensaba en escribir nada porque lo que siento no soy capaz de traducirlo en palabras y porque bien sabes, que nunca fui un lince con la ortografía, a pesar de los años que llevo maquetando.
No se ni los años que hace que te conozco, tampoco es mi fuerte las fechas, solo se lo que hemos vivido juntos, trabajando día a día, sin mirar nunca el reloj, más de una vez, pareciamos parte de un circo donde nos surjían todo tipo de dificultades pero siempre acababamos nuestra función, lo que parecía imposible solo se trataba de solucionarlo con un poco más de tiempo y sobre todo con el trabajo y el entusiasmo que le pones a todo lo que has hecho en la vida.
Me alegro de haber estado ahí, contigo, aprendiendo a observar, a escuchar, a solucionar todo lo que se nos ponía delante, por muy complicado que pareciera.
He pasado contigo más tiempo que con cualquiera otro compañero incluso que con mi propia familia y amigos y he disfrutado de tu aprecio y reconocimiento. Contigo he conocido a gente como Lontzo, Manu Castilla, Txetxu (que siempre ha estado a tu lado), Eskubi,... y muchos más, todos ellos, incluido yo, sufrían el “efecto Urru”, contagiarnos inmediatamente de ilusión por aquello que emprendías.
Ha sido y es un placer conocerte, una persona buena, muy buena, con carácter, con decisión y con ganas. Un auténtico volcán que has tenido la grandísima suerte de estar apoyado siempre, por Rosi, la única persona capaz de darte paz en tu agitada vida, llena de ideas y proyectos y más ideas y muchos más proyectos.
Aquí, en Edición, hoy nos sentimos cojos, nos falta algo, nos falta alguien, nos falta su voz, entrando por la puerta y diciendo: EHH MORENO!!! Qué hay de lo mío?
Estamos con lo tuyo, como siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario