QUERIDO Juan Carlos: Aunque las lágrimas me dificultad la visión del teclado no quiero que pase más tiempo sin decirte lo que no he podido en estas últimas y dolorosas fechas. En primer lugar, amigo, eskerrik asko por tu amistad. Cuando el agradecimiento nace del corazón, se transforma en un acto de amor. Sí, Juan Carlos, te quiero. Te quiero y te voy a seguir queriendo porque el diario recuerdo de tu amistad no va a permitir ningún vacío de tu memoria.
Quienes no te conocen como yo, han tenido una gran pérdida. No han llegado a saber cómo se pueden concitar en una misma persona valores tan sólidos, tan profundamente arraigados en la generosidad, en el trabajo, en la solidaridad, en la tolerancia, en la democracia... en tantos y tantos valores como tienes. También se han perdido el conocer a un hombre amante de la familia, de toda tu gran familia de amigos, compañeros, colegas, clientes; a un hombre enamorado de su País, de su Bizkaia, abertzale comprometido donde los haya; a un hombre colado a rabiar de su Basauri natal, que tantos quebraderos de cabeza te lleva; a un hombre amartelado por tu profesión, el periodismo, eje sobre el que gravita esa arrolladora personalidad; a un hombre seducido por tu partido, EAJ-PNV, al que has aportado lo mejor de ti mismo; a un hombre de corazón rojiblanco, impenitente sufridor del devenir de tu Athletic; a un hombre prendado de la vida, de viajar, de conocer, de explorar, de estar en permanente aprendizaje. ¡Y qué decir de los tuyos! Como hijo, orgulloso hasta decir basta; como marido, ejemplo para muchos de nosotros; como aita, modelo a imitar; como osaba, paradigma de responsabilidad.
Te quiero dar las gracias, amigo, porque me has enseñado ¡tantos de tus valores! que me avergüenza enumerarlos.
Te quiero dar las gracias, también, porque tengo la fortuna de estar entre quienes has querido que compartamos contigo ¡tantas vivencias! ¡Tantas experiencias personales y profesionales! ¡Tantos sentimientos! ¡Tantas emociones! ¡Tantas alegrías! Tanta vida, en definitiva, que nunca podrás reprocharte haberme fallado, amigo.
Nos vemos y, cuando estés con ellos, da recuerdos a Iziar, a Miguel Ángel y a Araceli.
Besarkada bat.
P.D.: El Hegaluze sigue amarrado en el fondeadero de Sukarrieta a la espera de salir hacia Ízaro cuando termines esta vuelta que has iniciado.
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