Tu AMOR a todo lo que te ha rodeado en esta Vida ha sido infinito, no he conocido a nadie que viviera tan súmamente deprisa, era como si "Alquien" te hubiera facilitado información confidencial sobre tu destino. Tú has hecho de tu existencia un Carpe diem. Como "humilde" colaboradora de MBN, que he sido durante dos años te diré que has sido buen Maestro, has iluminado mi Esperanza, me has enseñado a disfrutar del Camino... A ilusionarme con las cosas pequeñas, pues la Vida es "eso" que nos pasa mientras hacemos planes...
El primer día que me reuní contigo, me pediste que te "tuteara", me recibiste en tu despacho, "desván evocador de recuerdos", entre otros, un cuadro pintado por tu hija Eneriz, foto junto al Árbol de Gernika, un montón de proyectos pendientes, y en el salvapantallas, la foto de tu esposa Rosi junto a ti, en la cima del Gorbea. Un montón de veces, en tus ausencias y sin que tú lo supieras, intentaba poner lo que yo llamaba "orden" entre todos aquellos documentos. Entonces, tú me sorprendías con una llamada pidiendo que realizara alguna gestión, siempre me fascinaba que supieras dónde estaba todo.
Ese, tu despacho habla de un hombre sensible, trabajador infatigable, amante de Euskadi y PERIODISTA de vocación.
Perder el móvil era un mundo para ti, porque tú siempre estabas ahí, junto a la noticia.
Juan Carlos, has sido un caballero ejemplar, me atrevo a decir que "de los de antes". Nunca olvidaré cuando me pediste perdón tres veces consecutivas por haber levantado la voz el viernes anterior.
Te he visto llorar en alguna ocasión despidiendo a algún ser querido. Ahora te reencontrarás con los que ya se te fueron. Los que quedamos aquí, lloramos tu pérdida y esperamos que el buen Dios nos brinde la oportunidad de seguir en este río que es la Vida, hasta que llegue nuestro momento.
Hasta siempre, Juan Carlos. Descansa en Paz.
Marian Canales Secretaria de Dirección
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