Eskerrik asko!

Eskerrik asko!


FAMILIARES DE JUAN CARLOS URRUTXURTU - Jueves, 17 de Marzo de 2011


DESDE que Juan Carlos nos dejó el lunes por la mañana, hemos recibido una auténtica oleada de muestras de cariño y reconocimiento hacia su persona. Nos ha servido para ahondar en el convencimiento de que en su familia veíamos cada día lo mismo que veían en él quienes le trataban fuera de casa.


Desde las personas más conocidas del ámbito institucional, político y periodístico hasta personas que no conocíamos y hemos visto pasar junto a él para darle el último adiós, todas nos han reconfortado.Lo publicado en su DEIA por José Luis, Andoni, Iñigo, Andrés, Koldo, Manu, José Alberto y Aitor quedará para siempre en nuestro recuerdo. Lo mismo que las iniciativas de sus amigos y compañeros de MBN en internet o la comunidad de Basauri en Facebook a la que él tanto aportó. Jose Iragorri, en un gesto que no olvidaremos, dedicó la retransmisión en Radio Popular del Getafe-Athletic del lunes a Juan Carlos.


Estamos convencidos de que, como hizo en su infancia en las campas de Azbarren y en su juventud en el Indartsu, Urru subió a rematar el córner en el último minuto con Urko Vera. Y que el bueno de Urko, sin saberlo, tuvo una ayudita extra de Juan Carlos al meter su bacalao. Habrá habido gestos, palabras y textos en su recuerdo que ni siquiera conocemos. Gracias a todos ellos, también, sin excepción. Juan Carlos siempre estará con nosotros. Lo tendremos en casa. Y nos acordaremos también de él cuando pasemos delante del Guggenheim, cuando veamos en el Tour a los ciclistas de la Fundación Euskadi, nos subamos al metro o, simplemente, cuando caminemos por el Basauri de sus amores.


Ahora tan solo nos resta decir a quienes os habéis acordado de él... Eskerrik asko!



lunes, 21 de marzo de 2011

Un amigo siempre será un hermano

POR JOSÉ ANTONIO DIEZ ALDAY - Sábado, 19 de Marzo de 2011 - Actualizado a las 12:00h
http://www.deia.com/2011/03/19/sociedad/obituarios/un-amigo-siempre-sera-un-hermano


BUSCANDO unas palabras con las que dar forma en un artículo (el más indeseado de cuántos he escrito) a los sentimientos que se despiertan en mí de la mano de Juan Carlos Urrutxurtu, es difícil sustraerse a su arrolladora personalidad y su pasión ideológica, bien fuera como redactor de DEIA, como responsable de la comunicación externa en la Diputación Foral de Bizkaia, como impulsor de la Fundación Euskadi (hoy convertida en un gran equipo ciclista) o como gestor en la empresa MBN. Pero, supongo que de todo ello habrá voces más autorizadas que la mía.
Por ello, prefiero centrarme con brevedad en mi propia experiencia. En mis vivencias al lado de Juan Carlos, a quien conocí en la larga jornada electoral del 8 de marzo de 1980, el día en que se celebraron las primeras elecciones autonómicas en Euskadi. El día en que descubrí en su personalidad virtudes como el compañerismo y la amistad, mientras íbamos de un colegio electoral a otro, viajando por las calles de Gasteiz o las carreteras de Araba en el (creo recordar) R-6 propiedad de su padre.
Pero llegados a este punto y a partir de él, sigo careciendo de las palabras adecuadas y por ello he tenido que recurrir al apoyo que representa el corpus lingüístico, ideológico y filosófico de personajes ilustres, cuyo legado me permite hoy resumir lo que, para mí, ha sido, es y seguirá siendo, la imagen de este compañero y amigo que nos ha dejado, no sin antes brindar una dura batalla con la fortaleza y fe en sí mismo que solo personas como Juan Carlos son capaces de ofrecer y ejemplarizar. Desde aquella lejana fecha he podido comprobar en carne propia su concepto de la amistad, su dedicación y generosidad a la hora de ayudar, cumpliendo fielmente lo que decía el poeta y sacerdote galés, George Herbert (1593-1633): "Cuando un amigo nos pide algo, la palabra "mañana" no existe". Ignoro si Juan Carlos conocía esta cita, pero puedo certificar que, si se trataba de ayudar a un amigo, para él no existía el mañana. Con la misma pasión que defendía sus ideas se prestaba a la ayuda generosa.
Y junto a ese concepto de la amistad, Juan Carlos hacía gala de un pragmatismo que le permitía llamarte la atención sobre cosas de segundo orden que podías estar haciendo mal, pero cuando se trataba de solucionar, o ayudar a solucionar, un problema de gran importancia, desplegaba una prudencia paternalista, haciendo bueno lo que Benjamin Franklin (1706-1790) había dicho, "Un padre es un tesoro, un hermano es un consuelo; un amigo es ambos". Abundo en este aspecto para recordar a Juan Carlos en las palabras de un político y filósofo ateniense, Demetrio Falero (350-282 a. C..) cuando señaló que "un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo siempre será un hermano".
Por eso hoy, en el sentimiento de su ausencia, cuando sus seres más queridos, Rosi, Eneritz y Jon, lloran su pérdida. Cuando el dolor de sus amigos es mayor. Cuando la palabra "mañana" parece que no existe. Y cuando se abre un silencio que entrecorta la respiración, recurro a Erasmo de Rotterdam (1466-1536) para quien "la verdadera amistad llega cuando el silencio entre dos nos parece ameno". Así será. Si hemos perdido el tesoro de su paternalismo, el consuelo de su compañerismo y la generosidad de su amistad, El recuerdo de todo ello está avalado por los citados personajes ilustres y el clamoroso silencio que se abre con su marcha, sin ser un alivio definitivo, debe ser el aliento que nos permita dar a otros lo que hemos recibido de Juan Carlos.

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